DÓLMENES DE ANTEQUERA

Los dólmenes de Menga y Viera son un conjunto prehistórico de los más importantes de Europa.
En la Región Histórica de Granada se pueden encontrar gran cantidad de monumentos megalíticos como los más de 200 dólmenes del Arroyo de Gor en el norte de la provincia de Granada, los de Pedro Martínez, los de Montefrío, los del Balneario de Alicún de las Torres... todos ellos de pequeño tamaño.

Los dólmenes se cubrían con un túmulo de tierra y piedras que a veces ha desaparecido por la erosión del tiempo. Su origen está en las piedras y tierra que cubrían directamente al difunto, pero con el tiempo se construyeron cámaras funerarias en las que reposaban el guerrero o guerreros muertos y su ajuar o principales pertenencias.

Los dólmenes de Antequera son de gran tamaño, como los de la vecina región de Andalucía, influenciados por la proximidad.

Al llegar a Antequera, cuidad que se comentaba que iba a ser la capital de la nueva comunidad de Andalucía
 para mantener una igualdad entre las dos regiones que la iban a formar: la Región Histórica de Granada y la de Sevilla o Andalucía,  nos recibe la silueta del Peñón de los Enamorados.

CUEVA O DOLMEN DE MENGA

Sepulcro de 27,5 metros de longitud, construido aproximadamente en el año 4.700 a. Cristo. Está realizado con grandes losas de piedra verticales llamadas ortostatos y encima otras horizontales de nombre cobijas. En la planta se distinguen tres elementos, un atrio, un corredor y una gran cámara funeraria. La obra es colosal, la última cobija llega a pesar unas ciento ochenta toneladas. Su originalidad es grande, pues en su interior presenta una hilera de pilares además de un profundo pozo único en Europa. Como decoración escultórica podemos observar en el primer ortostato una serie de grabados antropomorfos. Las cámaras del dolmen se cubren con un túmulo de tierra de 50 m de diámetro.

Curiosamente está orientado hacia a la Peña de los Enamorados y relacionado con las pinturas rupestres allí existentes en el abrigo de Matacabras y con el tholos del Romeral.

La cueva de Menga, cubierta por un gran túmulo.

Tras un corto pasillo se abre una gran sala formada por gigantescas

 losas de piedra, ortostratos y cobijas, de muchas toneladas de peso cada una.

Para soportar las del techo se levantan enormes pilares

Al fondo se descubrió un misterioso pozo, que estaba relleno de  materiales de diversas épocas.

DOLMEN DE VIERA

Construido alrededor del año 4000 antes de Cristo, siguiendo la costumbre, fue orientado hacia el nacimiento del sol en los equinoccios. Se compone de un corredor de 21 m de longitud, y al fondo una pequeña cámara cuadrada, ambos construidos con ortostatos y cobijas menores que los de la vecina cueva de Menga.
 En el exterior, el dolmen se cubre con un túmulo de 50 metros de diámetro.

El Túmulo de Viera, Neolítico-Edad de los Metales.

Acceso al interior del dolmen.

Llegamos a la primera puerta hoy casi destruida

Algunos ortostatos del tramo norte de la entrada del corredor aparecen decorados por huecos circulares llamados “cazoletas” muy relacionados con el arte esquemático levantino, con el que nuestra Región Histórica tiene mucha relación.

Los huecos esculpidos con forma de medias esferas rehundidas se llaman cazoletas.

Su interior, una tumba colectiva, esta formado por gigantescos bloques de piedra,

de ahí el nombre de megalito (mega: grande, litos: piedra)

Al final del pasillo encontramos otra sala comunicada por una pequeña entrada  a una pequeña cámara cubierta por una enorme cobija.

La cámara sepulcral del final del pasillo.