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domingo, 19 de abril de 2015

BAÑOS ROMANOS DE ALMUÑÉCAR

Historia
Ciudad fundada por los fenicios con el nombre de ExSeks, conocida por los antiguos griegos como Ἕξι (Héxi), y posteriormente gobernada por los cartagineses, hace más de 2.200 años, finales del siglo III antes Cristo,  llegan los romanos, quienes la conocían como Sex o Sexi,  le otorgan la categoría de municipio Romano y la llaman Sexi Firmum Iulium en recompensa por la ayuda prestada a Julio César en la segunda guerra púnica contra los cartagineses. El gobierno de Roma la hace crecer y desarrollarse levantando importantes construcciones como templos, teatro, puertos, acueducto, baños, una gran construcción con un avanzado mecanismo que eleva el agua a los barrios altos, foro... propios de la categoría de un municipio de derecho latino. Por otro lado dan a los sexitanos su avanzada cultura, leyes, medicina, artes, ciencias... convirtiéndola en un agradable lugar para vivir.

Los baños de Sexi

Vista parcial del conjunto de los baños de Sexi, Almuñécar.
Las ciudades disponían grandes edificios donde los ciudadanos podían bañarse, depilarse, recibir masajes, hacer deporte, charlar, leer, asistir a conferencias... eran los baños o termas (disponían de sala de baños fríos y calientes, sala de vapor, calefacción, vestuarios, gimnasio...) que los musulmanes copiaron, aunque siempre más pequeños, con muchos menos servicios y más dedicados a una función religiosa de purificación de los pecados cometidos.

Ejemplo de baños romanos, mucho más pequeños y con menos servicios que los de Almuñecar.

Las termas de Sexi se sitúan junto al último tramo del acueducto, lugar ideal para conseguir el agua de la forma cómoda y sin grandes pérdidas ni canalizaciones innecesarias, recordemos que los romanos eran unos grandes constructores que siempre tenían en cuenta hasta los más mínimos detalles. El conjunto consta de diversas dependencias:

  • Vestuario (apoditerium) lugar donde se desnudaban.
  • Sala fría, (frigidarium).
  • Salas templadas (tepidarium).
  • Salas calientes (caldarium).
  • Gran piscina fría (natatio).
  • Piscina de agua caliente para la relajación.
  • Posiblemente tuvo la habitual sauna (sudatio).
  • Gimnasio (palestra).
  • Gran aljibe para prevenir un hipotético corte de agua del acueducto.
  • Sala de letrinas que además servían de lugar de charla mientras se realizaban las necesidades corporales; posteriormente un criado provisto de un recipiente con agua y un paño se encargaba de la limpieza de la zona anal tras la evacuación....
Tenían un magnífico sistema de calefacción parecido al moderno suelo radiante, consistente en unas galerías bajo el suelo (hipocausto) y tubos en el interior de los muros, que conducían el aire caliente del horno (praefurnium) dando un calor a las estancias que se adaptaba en intensidad las necesidades de cada una de ellas.
La decoración era bastante rica, pues contaban suelos y recubrimientos de mármoles, pinturas murales, estucos...


Interior de las salas con restos de los revestimientos originales que la intemperie está destruyendo.

La gran piscina fría (natatio)

Piscina de agua caliente, más pequeña y destinada a la relajación. Muy necesitada, como todo el conjunto, de un edificio, acorde con el lugar, que evitara los graves daños que la intemperie está provocando.

Las piscinas y otros lugares relacionados con el agua de las termas se cubrían de opus signinum, una mezcla de mortero de cal y cerámica triturada para evitar pérdidas de agua.

Restos de los hipocaustos que calentaban los suelos de las diversas salas, cada una con una temperatura adecuada a las actividades realizadas.

Hipocausto de otra de las salas.

Praefurnium por donde se introducía la leña que calentaba los hipocaustos.

Restos de las solerías de mármol, expoliadas en la Edad Media principalmente.

Restos de los recubrimientos de mármoles de paredes y piscinas.

Restos decorativos de los muros, desapareciendo por estar a la intemperie sometidos a la fuerte luz solar.

Gran aljibe cubierto por bóveda de medio cañón.

Interior del aljibe, que siempre disponía de una gran reserva de agua para un hipotético corte de suministro.

Palestra o gimnasio, hoy muy ruinoso.

Restos de las habituales letrinas comunes, un poyo de mármol con agujeros recorría el perímetro de una estancia. Como dato curioso diré que los ciudadanos adinerados, en los días fríos, pedían a uno de sus criados que se sentase primero para calentar el frío mármol.

Tras la caída del Imperio Romano, la costumbre del uso de los baños públicos no se pierde, pues los cristianos, y posteriormente los musulmanes cuando invaden Hispania, es decir, España, continúan construyendo y usando baños, eso sí, nunca alcanzarían la grandeza y cantidad de servicios de los baños romanos. Un ejemplo lo tenemos en los Baños cristianos del Almirante en Valencia, o los Baños del Nogal (Bañuelo) del primer Reino de Granada, el de la dinastía zirí.

Baños cristianos del Almirante en Valencia,
uno de los abundantes baños cristianos repartidos por la España medieval.
Ignorantes se dedican a extender la falsa creencia de que los cristianos éramos personas sucias e incultas, nada más alejado de la realidad como muestra la Historia.

Baños del Nogal (Bañuelo) del primer Reino de Granada,
magnífico ejemplo de baño hispanomusulmán
muy bien conservado en la capital granadina.
Véase como incorpora fustes y algún capitel procedente de edificios romanos.

Ahora haría falta que las administraciones sevillana o central aportaran la cantidad económica necesaria para proteger el monumento, con un edificio acorde con su estilo e importancia, pues a pesar de los grandes esfuerzos de la corporación municipal y los arqueólogos, se está deteriorando con las inclemencias del tiempo y los rayos solares que también dañan los restos pictóricos que aún resisten.

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