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jueves, 26 de febrero de 2015

LOS FENICIOS EN ALMUÑÉCAR, NECRÓPOLIS DE PUENTE DE NOY

Almuñécar, situada en la Costa Tropical de Granada, junto al mar conocido hace no mucho tiempo como mar de Granada o golfo de Granada, es la tercera ciudad más antigua de España según comentaron los arqueólogos cuidadores, posee importantes necrópolis fenicias como la del cerro de San Cristobal o la de Puente de Noy.

Mapa del siglo XIX


Los fenicios eran un pueblo comerciante situado aproximadamente lo que hoy es el Líbano. Sus ciudades fueron Tiro, Sidón, Biblos, Baalbek...

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IMAGEN PROCEDENTE DE WIKIPEDIA
Los fenicios extendieron arte y cultura por el Mediterráneo, en las costas de Granada fundaron la ciudad de Sex, después llamada Sexi Firmum Iulium por los romanos y hoy día Almuñécar. Nos trajeron el alfabeto y muchos otros avances, intentando una convivencia pacífica con los indígenas. Sus divinidades principales fueron Astarté, diosa de la fecundidad igual que Afrodita, Venus o Isis, precisamente algunos investigadores comentan que en Granada pudo haber en la actual Alhambra un templo dedicado a la diosa Nata que es su representación en Granada, ciudad cuyo posible nombre fue Natívola. Otros dioses fenicios eran Baal, Dagón, Resef o Melkart.

La creación de Sex o Almuñécar data posiblemente de inicios del siglo VIII a. de Cristo, según Estrabón se intentó fundar antes que Cádiz, impidiéndolo los malos augurios de los ritos realizados en el lugar. Para la posterior fundación eligieron la colina sobre la que hoy se asienta la ciudad, que en aquel tiempo era una península de fácil defensa.
Del periodo fenicio se conservan las necrópolis de Laurita y de Puente de Noy, así como numerosos restos cerámicos en el casco urbano. Los fenicios eran un pueblo que sentía cierto temor o respeto por los muertos, por ello los cementerios o necrópolis se situaban en un lugar alejado, existiendo muchas veces entre sepulturas y población un río. La necrópolis más antigua es la del cerro de San Cristobal donde se iniciaron los enterramientos con incineración del cadáver, pasándose posteriormente a la vecina colina del Puente de Noy donde se va imponiendo la inhumación. Los enterramientos siguen la pendiente del terreno por una cuestión de comodidad, los hay de pequeño tamaño destinados a contener urnas con cenizas procedentes de la incineración del cadáver y otros posteriores de inhumación, de mayor tamaño. Junto al cadáver o urna con sus cenizas se colocaban objetos llamados ajuar funerario que es más rico cuanto más poderoso era el difunto.

La zona C está muy deteriorada debido al abandono sufrido durante las últimas décadas. Recientemente arqueólogos y ayuntamiento han iniciado, dentro de sus posibilidades un buen trabajo de protección, aunque es imprescindible la colaboración de la administración.

Tumba de persona adinerada, en parte rellena de tierra debido al abandono sufrido por la necrópolis durante las últimas décadas. Recientemente se está volviendo a cuidar. La piedra fue traída de lejos, del granadino pueblo de Vélez de Benaudalla.

Sepultura de inhumación (se entierra el cadáver completo y sin quemar)

Las tumbas siguen la pendiente de las laderas por una cuestión de comodidad de entrada.
Las lonas protectoras hace tiempo que se rompieron sin que se repusieran, eso ha provocado graves daños en el monumento. Los actuales arqueólogos y ayuntamiento nuevo intentan proteger con sus medios lo que se conserva.

Restos cerámicos fenicios.




Enterramiento de persona pobre, un simple hoyo casi a ras de la superficie.

Enterramiento de pequeñas dimensiones para urna cineraria,
(vasija con las cenizas del difunto tras quemar el cadáver)

 En la zona B la conservación es mejor debido a que las lonas que la cubren están en un estado mejor. Las sepulturas también siguen la inclinación del terreno.


Los dos extremos menores se encuentran construidos con muros de lajas de piedra del terreno. Las cubiertas son grandes losas de piedra dispuestas a dos aguas, cubiertas de arcilla roja y encima tierra del lugar.


Sobre las piedras que forman la cubierta se colocaba arcilla roja para impermeabilizar y como recuerdo del pasado del difunto.


Una de las pocas tumbas totalmente rodeada por un muro de lajas de piedra.

Todas las tumbas siguen la pendiente del monte.

Tumba de inhumación con hueco para ajuar.

Hueco lateral destinado al ajuar, encima la tierra roja. 

Plato fenicio. El tamaño del hueco central nos dice la fecha de realización.

Fondo de otro de los platos de uno de los ajuares de las tumbas.



Cerámica de lujo pintada en rojo.


A pesar de que las lonas se encuentran en mejor estado, el abandono ha causado importantes daños. Veánse las marcas de las aguas de lluvia en las tumbas.

Lonas rotas muestra clara del abandono que sufrieron los monumentos.

Junto a la necrópolis, una casa edificada por una persona respetuosa con la tradición granadina, de origen nazarí, de construir los tejados con curva protectora que evita que los fuertes vientos del litoral arranquen las tejas, estos tejados son conocidos como "pagodas granatenses".

En la zona E se conserva la que podría ser la mejor y más grande tumba descubierta, con una escalera que desciende hasta la profunda y gran cámara sepulcral, pero también se encuentra muy necesitada de reparación por lo que no la pudimos ver. El edificio cuadrado protege el acceso.

Debo agradecer el esfuerzo de arqueólogos y concejalía de cultura por el interés que ponen en mantener, dentro de sus posibilidades, el yacimiento. Sería bueno que otras administraciones se implicaran en la conservación y  rehabilitación.

Curiosa casa en forma de barco.

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